México: ¿veto a ex empleados públicos?
Alberto Nájar
BBC Mundo, México
Después de solicitar empleo en 20 empresas distintas, Juan Bastida, ingeniero en comunicación electrónica con una década de experiencia, supo la razón por la que no conseguía trabajo:
“En un laboratorio donde había 16 vacantes me dijeron: vienes de un sindicato y trabajaste en el gobierno, y por eso te descartamos”, dijo a BBC Mundo.
Y es que Bastida era empleado de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLyFC), cerrada por el gobierno mexicano con el argumento de que operaba de manera ineficiente.
Más de 44.000 trabajadores fueron despedidos, y la mayoría no ha conseguido empleo, según el Sindicato Mexicano de Electricistas, que mantenía el contrato laboral con la CLyFC.
Pero no son los únicos. En México frecuentemente los ex empleados gubernamentales no encuentran espacio en la iniciativa privada, porque las empresas se resisten a contratarlos.
Juan Barba, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Ciudad de México, le dijo a BBC Mundo que los empresarios no confían en quienes han trabajado para el gobierno.
“En los puestos no calificados sí podemos hablar de que existe una cierta discriminación. Lamentablemente no se genera el número de empleos suficiente para absorber a los despedidos de la iniciativa privada y del sector público”, reconoció.
Listas negras
En los últimos años, unos 70.000 empleados gubernamentales han sido despedidos o aceptaron su retiro voluntario, según datos del ministerio de Hacienda.
Muchos siguen desempleados. Algunos empresarios afirman que no están acostumbrados a los niveles de eficiencia que existen en el sector privado.
Pero hay otro factor, explicó el abogado Arturo Alcalde, asesor de sindicatos independientes.
“Hay listas negras de trabajadores que han pertenecido a sindicatos o que defendieron sus derechos laborales en algún momento. Eso está prohibido por la Constitución”, afirmó a BBC Mundo.
De hecho, existen empresas que ofrecen bases de datos con información de miles de empleados, especialmente los que promovieron algún juicio laboral.
En las listas figuran también ex empleados gubernamentales. Con esos datos algunas compañías privadas deciden si contratan o no a los solicitantes de empleo.
Sin embargo, el presidente de Coparmex, en la capital, aseguró que no existe una política especial de la iniciativa privada para no contratar a los despedidos del gobierno.
El problema es que la situación económica del país no favorece la creación de nuevas plazas laborales, añadió.
“Ante la escasez de empleos se opta por contratar a los mejor calificados o los que tengan una experiencia que se identifique más con la cultura empresarial”.
Excepciones
A pesar de todo, empleados gubernamentales de alto nivel, especialmente en el área financiera, son muy cotizados en el sector privado.
Un ejemplo es la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que según medios locales perdió recientemente a 10 directivos que fueron contratados, con sueldos altos, en bancos y casas de bolsa.
Entre tanto, algunos de los ex empleados de Luz y Fuerza del Centro padecen depresión y enfermedades cardíacas causadas por el estrés, aseguró Juan Bastida, padre de tres niños y quien ahora conduce un taxi para sobrevivir.
“No sé qué pensar, me siento impotente, triste. Pero debo sacar fuerzas de algún lado, mis hijos tienen que salir adelante”.
Fuente
BBC Mundo, México
Después de solicitar empleo en 20 empresas distintas, Juan Bastida, ingeniero en comunicación electrónica con una década de experiencia, supo la razón por la que no conseguía trabajo:
“En un laboratorio donde había 16 vacantes me dijeron: vienes de un sindicato y trabajaste en el gobierno, y por eso te descartamos”, dijo a BBC Mundo.
Y es que Bastida era empleado de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLyFC), cerrada por el gobierno mexicano con el argumento de que operaba de manera ineficiente.
Más de 44.000 trabajadores fueron despedidos, y la mayoría no ha conseguido empleo, según el Sindicato Mexicano de Electricistas, que mantenía el contrato laboral con la CLyFC.
Pero no son los únicos. En México frecuentemente los ex empleados gubernamentales no encuentran espacio en la iniciativa privada, porque las empresas se resisten a contratarlos.
Juan Barba, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Ciudad de México, le dijo a BBC Mundo que los empresarios no confían en quienes han trabajado para el gobierno.
“En los puestos no calificados sí podemos hablar de que existe una cierta discriminación. Lamentablemente no se genera el número de empleos suficiente para absorber a los despedidos de la iniciativa privada y del sector público”, reconoció.
Listas negras
En los últimos años, unos 70.000 empleados gubernamentales han sido despedidos o aceptaron su retiro voluntario, según datos del ministerio de Hacienda.
Muchos siguen desempleados. Algunos empresarios afirman que no están acostumbrados a los niveles de eficiencia que existen en el sector privado.
Pero hay otro factor, explicó el abogado Arturo Alcalde, asesor de sindicatos independientes.
“Hay listas negras de trabajadores que han pertenecido a sindicatos o que defendieron sus derechos laborales en algún momento. Eso está prohibido por la Constitución”, afirmó a BBC Mundo.
De hecho, existen empresas que ofrecen bases de datos con información de miles de empleados, especialmente los que promovieron algún juicio laboral.
En las listas figuran también ex empleados gubernamentales. Con esos datos algunas compañías privadas deciden si contratan o no a los solicitantes de empleo.
Sin embargo, el presidente de Coparmex, en la capital, aseguró que no existe una política especial de la iniciativa privada para no contratar a los despedidos del gobierno.
El problema es que la situación económica del país no favorece la creación de nuevas plazas laborales, añadió.
“Ante la escasez de empleos se opta por contratar a los mejor calificados o los que tengan una experiencia que se identifique más con la cultura empresarial”.
Excepciones
A pesar de todo, empleados gubernamentales de alto nivel, especialmente en el área financiera, son muy cotizados en el sector privado.
Un ejemplo es la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que según medios locales perdió recientemente a 10 directivos que fueron contratados, con sueldos altos, en bancos y casas de bolsa.
Entre tanto, algunos de los ex empleados de Luz y Fuerza del Centro padecen depresión y enfermedades cardíacas causadas por el estrés, aseguró Juan Bastida, padre de tres niños y quien ahora conduce un taxi para sobrevivir.
“No sé qué pensar, me siento impotente, triste. Pero debo sacar fuerzas de algún lado, mis hijos tienen que salir adelante”.
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