Gestapo en ciernes
Reforma en telecomunicaciones
Martín Esparza Flores
El retrato hablado de lo que se prometió
sería una reforma a favor de la sociedad y sus libertades democráticas,
acotando el desmedido poder adquirido en décadas por los monopolios de
las telecomunicaciones en el país, se transfiguró en la fase de parto de
las leyes secundarias en una amenazante mutación con injertos
nazistas,tendiente a conculcar no sólo el derecho a la libre expresión y
la privacidad de millones de mexicanos, a través de la regulación y
censura de los contenidos de Internet, dotando al gobierno, por
añadidura, de facultades para la cancelación de cualquier medio que
emita informaciones que a su juicio no deban ser difundidas.
Y pese a que antes de entrar a la etapa
final de alumbramiento se anunció que la “deforme criatura” había
sufrido una anticipada cirugía reconstructiva para limarle, en lo
posible, sus aterradoras uñas y dientes con las que haría añicos los
derechos humanos de los casi 40 millones de internautas del país, el
trasfondo para poner a salvo los intereses de los poderos fácticos, se
mantuvo intocable.
Al reverso de la moneda acuñada por la
intolerancia, hay otra cara muy distinta y que sonriente otorga toda
clase de prebendas a empresas como Televisa que a pesar de haber sido
dictaminada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), como
agente económico preponderante en el área de la radiodifusión, se le
exime de tal categoría en la rama de la televisión restringida o de
paga, pese a controlar ya más del 51 por ciento del mercado de los
usuarios a nivel nacional, gracias a los cabildeos realizados por los
altos directivos del monopolio televisivo con la ayuda de su
incondicional amanuense en el Senado, Javier Lozano Alarcón, actual
presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes de ese órgano
legislativo, quien a través de la adecuación a los artículos 264 y 276
de la iniciativa, abrió las puertas para que el poderoso consorcio
prácticamente se apropie del sector, acrecentando así su presencia y
naturaleza monopólica. Todo lo contrario a lo prometido durante el
anuncio de la reforma, en 2013.
Las leyes secundarias, donde el PRI y
PAN y sus partidos alfiles irán de la mano y en complicidad como en 2006
en que se dio luz verde a la llamada Ley Televisa, servirán
para poner un dique a otro poderoso grupo, América Móvil de Carlos Slim,
dictaminado también como agente preponderante en el área de las
telecomunicaciones por el IFT, al que se le aplaza por dos años su
participación en el mercado audiovisual.
Y a pesar del anuncio hecho a los medios
por el nada fiable Javier Lozano de que se cancelaron las restricciones
pretendidas al uso de Internet, el manejo de información y contenidos a
través de diversos blogs, páginas y las redes sociales, que
representan una clara violación a los derechos humanos de toda la
sociedad, habrá que estar alertar, pues no hay que olvidar que de
“buenas intenciones” está empedrado el camino al infierno y los expertos
dictaminaron en la iniciativa por lo menos 12 flagrantes violaciones
constitucionales.
Una Gestapo en ciernes que eche por
tierra las contradicciones y falacias gubernamentales de que con las
reformas nos va a ir mejor.
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